A veces me siento un embudo caminando
con el corazón centrado, bebiendo las lagrimas del viento.
Me tengo enredado
oliéndome las cadenas
entre números reos, rebeldes –en fila y ordenados-
Si tuviese una patada logarítmica los acomodaría
en su desorden existencial.
No la tengo.
La invento, me la compro y la uso.
Impresionante deducción he sacado a flote:
Me estoy enamorando de aquel problema
al que jamás le encontré solución.
Comando Embudo
sábado, 28 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
Me
encantó...
pregunta que corresponde a tamaña osadía!
Se aceptan reclutas!!
Tengo tantas patadas atadas a mi nuca...
buscando al pobre pelotudo que finalmente se convertirá en un muñeco inflafle!
Con qué ganas guardo y aguanto mis pies!
Ahora, eso sí el embudo que absorbe pero te separa del mundo, impone un muy look para Palermo Sohoo, estaría bueno ir así a Placita Serrano no??
El problema va a ser que por ahí,
la patada te la ponen a vos,
son los riesgos del oficio,
bsotes, Mar
me gusta cuando escribis cosas con elementos/lenguaje cotidiano
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