martes, 16 de febrero de 2010

Melodrama viejo y peludo

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MELODRAMA VIEJO Y PELUDO






Bienvenido otra vez: melodrama viejo y peludo!
Llegas y envuelves segundos con horas,
se torna ESTO un carnaval de invierno
que desfila fríos-recuerdos
y pañuelos-hirviendo para mocos-pasados.

Calambre en la memoria:
Más sorda que muda
Más sola que injusta.
Sin embargo, tiempo:
“no te vayas tan rápido que todavía
me queda encontrarme con todo lo que siento.”

Quisiera dormir el sueño lerdo
del milagro forzado
con la sangre empapada de sudor,
sudor caliente de placer.

Con el frío de los pies
respirándome en la nuca:
fabrico cosquillas en el centro de mi autoestima.
Ellas me cuidan, me hacen ser lo que estoy siendo:

Frases curtidas por la palabra
“abracadabra”
el silencio austero, terco y moribundo de un adiós
volando por los aires como sillón para dos.

cae
agua para lavarnos las caras
de pecas-perdones mentirosos
llenas de bocas congeladas
y abajo
espinas inofensivas y
nublados cielos envidiando al arco iris.

“Se cayó la copa y el vino flota”
Es la voz de un muerto con humor,
y el miedo de una sombra paranoica,
y el suelo de una caída resbalosa.

-Mira el desconsuelo
y su hambre no lo inmuta:
el gobernador y su coraje se van de putas.
Es metafísica pura,
el precio ridículo cortando con los dedos lo que queda:
-"arder no es fácil hermano"
-"tranquilo compañero,
disfrute este placer
que el alivio y la gloria
no están sólo en la cima."


viernes, 5 de febrero de 2010

EJERCITO DE LIBERACIÓN INTERIOR





Soldado que avasallas los miedos mortales
Que te quitas los prejuicios mediocres
Con tanta paz y tanta angustia
Que podrías enterrarte en tu vuelo:
Libérate y libérame del mal
Que llueve de esos restos de seres homicidas de pensamientos.

Soldado que combates tus derrotas
Que llevas a tu gloria arrastrada por los suelos
Mata la palabra realista del afuera insulso
Llena de amor los huecos abundantes de temor
Y grita al suelo lo que te grita el cielo
Para que tus pies entiendan por donde viaja tu cabeza.

Soldado que disparas a ti mismo los disparos ajenos,
Ten siempre en cuenta que tu liberación es interior,
Que puedes salvarte: salvándote de todo,
Que en su camino de cemento no te embarren
Que tú eres tiempo para no perder.

Soldado deja el uniforme, las armas, las balas,
Toma tu ser y hazlo explotar en lo más furtivo de sus mentes.









Imagen desde un televisor- ahí es donde a la gran parte le gusta mirar.




Soldado mira a quien le das la mano, te pueden convertir en fantasma.




Soldado: obedece tu sentir.



martes, 2 de febrero de 2010

Un sentir

"...el ideal renacentista consideró la poesía, como las armas o la música, una de las manifestaciones de la capacidad viril."
Lionel Trilling



De pronto me sentí en Inglaterra.
Estaba tirado en la cama leyendo la página ocho del libro: “El Escritor y La Sociedad” de Trilling cuando una brisa húmeda y extraña entró por mi ventana, despabilando mi cara y algunas ideas.
Desconcentré mi vista del libro y lo primero que vi fue a mi gata caminando lentamente por la cornisa de la ventana abierta que iluminaba mi habitación. La quietud inglesa, el afuera reflejaba un fondo gris-nublado sobre techos lejanos.
“Our house, in the middle of our street” me cantaba la vista.
Moví mis ojos hacia los costados, la puerta del placard era inglesa, la pared también, la luz. Todo tenía aire ingles. Olía a Inglaterra.
Me sentía bien de poder sentirme en otro lugar, de poder sentir esa vibración mental que me atacaba ferozmente y no me dejaba salir del pensamiento. En verdad tampoco deseaba alejarme, por cierto: lo extraño me atrae en demasía.
Segundo fatal y una pregunta: “¿Cómo te podes sentir en Inglaterra si nunca estuviste allí?”
Un grito interior me dijo con naturalidad de niño eufórico: “¡Mooortaaal!”
Busqué, entonces, emocionadamente qué –algo- podría hacerme sentir así.
“Claro, las películas” pensé. Ellas tienen ese poder; como cualquier imagen, la de construir en nuestras mentes esos -algo- provenientes de nuestra imaginación, que son tan fuertes que pueden influenciar directamente en nuestros sentidos.
“Si, si, si, demasiado teórico amigo”.
Puede que lo haya vivido en otra vida entonces, sino no me explico porque me sentí tan arraigadamente en Inglaterra.
Y no fue un sueño porque les aseguró que no cambio el sabor de mi tierra por ninguna, de hecho detesto el clima que tiene el Reino Unido: demasiada humedad, demasiada lluvia. Pero son gustos, claro, no se ofenda nadie, ni siquiera usted: yo de mi otra vida.
Hay veces en las que pienso que debería ser el doctor de mi sentir y hay otras veces en las que creo me ayudaría más ser el psicoanalista.
En fin, no se cuanto tiempo haya pasado desde que empecé a escribir estas líneas pero el aire ha cambiado, el olor ha mutado. Mi mirada me expande sobre el espacio que me rodea, el cielo me llama, le apunto con los sentidos y respiro profundo: me percato de que hay otro clima: ahora me siento en Indonesia.