martes, 29 de diciembre de 2009

o - a





El siguiente texto fue publicado en la cuarta entrega de la Revista PostaData.
Link: revistapostadata.com.ar



o-a

Si te digo te miento.
LOCURA
Si te explico no existís.
No es.
Se trata de eso: destripar corduras.
¡no tiene sentido, eso señor!
¡Claro que NO!
Si me decís te mentís.
Imagina:
zarpazo de hormonas aglomeradas en el centro de un abrelatas que esta en oferta a cuatro pesos con veinte mugrientos y milagrosos centavos obsesos por un poco de bolsillo con dulce de batata de algún hincha rival cansado de fideos con manteca y teléfonos sonando.
Sentido...¿de que me estas hablando? Por favor!
Si me digo me miento.
Y de repente: no tiene que ser así para ser.
No hace falta ver a Wilson en una pelota para que hablemos de Locura.
No.
Hay algo que va más allá de tu comprensión, de la mía.
Y cuando vos la ves alejarse entre los nidos flotantes –color nubes- y al mismo instante florecen llaves del cemento como si fuesen churros con dulce de leche rebosados en arena caliente...y todo eso sabiendo que no estas de vacaciones, entonces es preocupante: porque NO estas de vacaciones. Sin embargo te masturba la idea de que esa preocupación sea tan excitante que te termine por dar el placer más grande que hayas chupado en toda tu vida-
Y en ese primer vistazo donde te quedas agarrado entre tres palabras, pensando que si buscas algo más allá: te esperará el vacío absurdo, la nada urgente secuestrando idiotas para su legión MEDIOCRIDAD. Entonces te prendes más fuerte a las palabras como salvación-rechazo a lo mundano, tu cerebro a punto de hacer una fiesta y vos con antibióticos. No quiero.
A lo lejos de tanta mezcla: guarda tanto “tanto”. Adentro del agujerito de la “o”, adentro del agujerito de la “a”.
Pasión humeante, que se pega y lame la piel de nuestra imaginación
con el ímpetu de una babosa a la que nadie entiende, que ella se deshace por ser más rápida y hasta a veces se siente la más veloz de su planeta.
No soy quién para dejarte sin mí.
Por eso: hago de tu ancla: alas, eternidad -germinación de poroto- atravesada con tu “o”, terminada con tu “a”- infinita.
Todos podemos ser quienes queramos ser, siempre y cuando se acabe un letargo y no haya gente reacia a la locura.




sábado, 26 de diciembre de 2009

Pepe Zapata

Relato que se publicó en la Revista "El Caos Que Te Parió" en mi sección: Relatos de Ratos.
Link: elcaosquetepario.com.ar



4 de la mañana en Puente Saavedra-
Estaba sentado en mi Piaggio Vespa modelo 94 con motor apagado, esperando el colectivo que llevaría a la Cereza a su casa.
Esperábamos; cuando se presentó.
Actuó un papel de fiscal, me dijo algo en referencia a que no podía estar sobre la vereda con la moto y sin casco. Luego sonrió.
“Soy Pepe Zapata” dijo y le creí-
“Todos me conocen” continuó.
Como suelo ser muy sociable y hablo con quien se me cruza, le seguí la charla interesadamente.
Pepe contó que era zapatero del barrio de Nuñez, que conocía a Zulemita y que tenía dos sobrinas de 17 años.
Nombraba gente y gente. “Todos conocidos”, decía.

A mi lado, Cereza sólo miraba y esperaba mi mirada, que estaba en Pepe y en la chica esa de la esquina que no se tomaba ninguno de los taxis que paraba. Parecía que les decía para donde iba y nadie la quería subir. Yo me colgaba en sus pies, que se movían con una sutileza ligera marcando sus gemelos de piel suave.

Pepe tenía el pelo canoso, la piel morena de sol y calle, remera agujereada en la espalada, jean gastado y sucio y unas zapatillas que parecían indestructibles. Tenía 66 años y no lo dijo en toda la charla.
Nombraba personas todo el tiempo. Y todo lo contaba en un orden que me sorprendía.
Seguido del nombre y apellido, decía la profesión, luego donde vivía y terminaba comentando la edad y el como habían muerto.
Al principio imaginé que habría perdido muchos amigos de su edad, pero contaba muertes jóvenes e insólitas.
En un momento todo era sistemático. Nombre y Apellido, Profesión, Lugar de Residencia, Edad y Muerte-
“Sí, a Nico lo conozco. Pobre. Tuvo un hijo con una enfermedad extraña. Gastó todo su dinero en salvar al pibe. Y lo salvó. 20 años tenía. Se compró una moto y se mató. Se clavó el manubrio en el pecho y chau.”
También dijo que su madre había muerto y que por eso, para poder dormir dejaba la radio en volumen bajo.
Pepe no te aguantaba la mirada más de 3 segundos. Era como si no quisiese tener pena de uno.
Pepe tenía las monedas en la mano derecha y cada 6 minutos las contaba. Con la mano izquierda hacía ademanes y se agarraba del poste de la parada.
Pepe se reía de lo que contaba, se acercaba, te hablaba fuerte y dos veces me tocó el hombro izquierdo como pidiendo una mayor atención.

La chica de los taxis por fin se subió a uno. El taxi pasó, ella miró mostrando los dientes. En ese segundo vi a Pepe y Cereza como mis jefes de celda-
Cereza me rescató un par de besos.
Besé-

Pepe seguía relatando muertes. Hablando de sus rodillas lastimadas. Pepe no podía caminar más de 50 metros. Esperaba el 71 para ir a Plaza Miserere, de ahí se tomaría otro para llegar a Lanús.
Pepe usaba anteojos grandes y tenía el ojo derecho exageradamente más grande que el izquierdo.
Entre tantas muertes, contó que se había comprado un plasma cuando trabajaba en Rodo y que cuando llegara a su casa se tomaría unos mates y vería una película.
Le pregunté: “¿y cuándo duerme usted Zapata?”, tratando de que continúe hablando de algo que NO sean muertes.
Me contestó: “Duermo muy poco, cuando duermo.”
Puso cara de felicidad y tiró: “El otro día pasó el Huguito por la zapatería. Hugo Zaraya. Peluquero. Buen tipo. Hace mucho no pasaba, pero claro, después de la muerte de su hija, no quería salir ni a la esquina. Yo la conocía. Melisa, se llamaba. Estudiaba medicina, excelente alumna. 21 años. ¿Podés creer que la partió un rayo? Así como así. Zas! Y Huguito, pobre, no tiene consuelo. Esa noche llovía como nunca, lo recuerdo bien.”
Esa frase final me dejó con las ideas estáticas. Paralizado en mí pestañar. Ojos vidriados. Mi cabeza me acomodó en un pensamiento, que se erguía y me consumía.
¿quién era Pepe, realmente?
De pronto lo vi, lo entendí, lo razoné tan iluminadamente que lo sentí como un golpe en la nuca.
Claro: Pepe era la muerte.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Al descubierto, con la mirada de Pepe encima, con Cereza en mis brazos, con mi moto entre las piernas y con mi cabeza disparándome imágenes de todas las maneras en las que me podría morir en el trayecto de vuelta a mi casa.
Pepe hacía chistes sobre San Pedro y al mismo tiempo lo podías confundir con un ángel.
Pero Pepe era la muerte.
Lo pensaba y quería escribirlo.
Acerqué mi boca al oído de Cereza y le dije: “Necesito escribir ya!, Cereza: este hombre es la muerte”.
Ella no entendió lo literal que estaba siendo.
Llegó el 71. Se subieron los dos.
Pepe me saludó, se sentó y me volvió a saludar con una sonrisa aún más grande.
Cereza sacó el boleto, miró y caminó hasta el final del colectivo, donde se sentó junto a la ventana. Tiró un beso de media sonrisa apoyando su mano en la boca cansada.
Caminé con la moto hasta la esquina, despidiéndome de la calle, de las cucarachas, de la mugre y de los pasos ajenos.
Encendí la moto. Tomé coraje y aceleré-

Les digo la verdad: pensé que jamás llegaría a escribir estas letras.
Se ve que Pepe, esta vez, no venía por mí.

¿Quién lo estaría esperando en Lanús? ¿lo estarían esperando?

Recuerdo lo que Pepe le dijo a Cereza al verle los varios piercing que llevaba en los labios:
“Nena, ahora sé porque no los encontraba en la caja de pesca. Tenés todos mis anzuelos en tu boca.”
La última oración fue digna de un poeta.

A todo, no dejo de preguntarme:
¿Qué habrá sido de Cereza?



jueves, 24 de diciembre de 2009

Yingel bel

Me desperté el 24 de diciembre con ganas de secuestrar a Papá Noel.
La idea era la siguiente:
Encontrarlo, afeitarlo, quemarle el traje y las botas.
Ponerlo a dieta, ejercicio,
solcito como para que se tueste un poquito y tome color,
ojotas o alpargatas, una bermudita roja,
si le gusta ese color no puedo ser tan guacho tampoco, ¿no?;
una remera 100% de algodón (bien fresca) con la imagen de algún dibujo precolombino, y la gran consiga de regalar cultura latinoamericana a todo nuestro continente en algo que no sean renos, y como ya la estamos flashando un poco, se podría ir volando en alguna llama, ¿no?

Si ya se no te cabe ni un poquito mi plan, pero a mi tampoco me divierte ver a un tipo regalando felicidad a través de su idea de consumo y menos a los pueblos estafados como los nuestros por las ideas colonizadoras de los piratas más grandes del mundo, país del norte donde él es rey.

No me mata verlos, no me influyen más que para escribir.
Pero me mata pensar que la gente se crea feliz con eso, o tal vez si sean felices, ¿por lo que entonces sería peor?
Tal vez, porque conmigo no funciona y es la envidia de no “sentir” como sienten ellos.
A mi me llegan otras cosas, cosas que ni siquiera son cosas.
Pero eso los mata porque no saben donde comprarlo.
“¿che el Unicenter habrá?”
No quiero una camisa para navidad,
No me jodan con toda esa payasada.
Regálame una camisa otro día, ¿qué estas esperando Navidad?

Bueno los dejo con más de mi repudio a todo este show que nos vendieron porque a la mayoría le cuesta ser libre de pensamiento.

Amén y gloria al sistema, brinden con sidra REAL!
La sidra que te compra tu mamá-


“yingel Bel . yingel Bel”
¡Suena cancioncita!
Suena que no sabemos que quieres decir
¡Suena!

Suena y mi cabellera suda,
como sudan las baldosas
en este calor carioca
mientras las calles masoquistas
mueren de placer.

39 grados de sensación térmica
Cargada de 39 millones de Papá Noel
Por toda la ciudad,
Colgando de los edificios,
En las vidrieras, en las carteleras,
En las casas,
en cada gramo de publicidad que te aspiras al andar.
Es más en el obelisco hay un papa noel viviente
que esta sentado con los rayos de sol esparciéndose con la fuerza de un volcán por todo su cuerpo repleto de tela abrigada.
Es más le pusieron un “trono” tan grande que de lejos parece un enano.
“Esto si que es Argentina!” Diría el hermoso de Luca Prodán.

39 millones de Papá Noel iguales,
Con su barba que da calor
Con su gorro que da calor
Con su traje que da calor,
Con sus botas que dan calor,
Con su gordura que da calor.
Con sus renos sin gracia, que dan bronca,
Que la bronca da calor.
Y así queda en evidencia que la navidad en Sudamérica
queda desubicada como chupete en orificio anal.


nO se habla más señores,
sáquenme toda esta mierdita yanqui de acá.



DEJA DE PATALEAR AGUSTÍN
DEJA DE PATALEAR
Y PONETE A LABURAR.

“bueno, dale te vendo una poesía.”



miércoles, 16 de diciembre de 2009

Anatomía Poética - VideoPoema

Anatomía Poética






TEXTO

Estoy emborrachado de miradas
y nada
mareado de mi
de nada mas que mi
y me basta
me amo
me quiero ver mejor
y hago lo peor posible todo, y sin embargo me sale algo bien y sigo
y no paro...y paro....y ya no se que es camino que es PARAR
y no me molesta
y si
y la contradicción se hace exquisita
y traicionera
y me pica la mejilla
y la espalda no se rasca
y los sueños no dejan de ser sueños jamás
Hay que pisar fuerte
¿todo esto?
DIOS!
¿qué me decís de él?
yo te digo que tiene 4 letras y gobierna
y también te cuento que no soy oreja
tal vez una ojera
una abuelita sin nieto
tristeza
francamente me duele el hígado mas que el silencio
el silencio es pensamiento
fino, filoso
y lo filoso: corta
y odio esa palabra
cortar...¿qué peor que cortar?
¿qué quitar parte'
cortar es perder
¿odio perder?
Agustín odia perder
Agustín no sabe lavarse la ropa tampoco
pero si tiene que hacerlo... lo hace
y se baña....y llora
y eso es un juego difícil para el corazón
y la alegría es una deuda que cada tanto pago de mas
y la noche dura lo mismo que la tarde y lo mismo que un sueño en el 152-
y no me da vergüenza babearte la almohada,
Escúchame: ayer me estabas besando las manos y hoy me besas la frente.
Y en la frente no tengo una boca.

Me sobra hambre y no tengo tiempo para comer, no tengo que.
Y veo a los pibes con el uniforme del colegio y no los envidio nada
Deben estar por tener un parcial, y yo estoy por fumarme uno, relajarme.
¿Te das cuenta que estoy escribiendo?
¿qué me estas LEYENDO decir esto?
¿Y que ahora mismo no me doy cuenta
que esto lo estoy pensando ahora mientras escribo,
y tal vez no lo piense AHORA cuando me lees?
¿Se entiende, lo desentendidos que estamos?
¿Estamos?
¿Vos estas?
Mírame a la cara,
Bancame la mirada,
Estas ahí?
yo
me parece que no...

lunes, 14 de diciembre de 2009

El Aire No Cura

Advertencia: El siguiente texto contiene varias palabras del lunfardo argentino.
Debajo de la foto, el texto SIN LUNFARDO.



Vuela la tela que pongo de cortina,
El viento le imprime con fuerza su fuerza.
A mi me despeina.
Y me copa el aire volador en la jeta.
“Cura, hijo, el aire cura.”
Las bolas, el aire no cura un carajo.
Cuando se ponen metafóricos con eso
me rompen los huevos.
Si, ya se, estoy mal aprendido,
el lenguaje correcto a veces me aturde.
Venía a decirte, de una manera poética,
como el viento entra por mi ventana
hasta que me pareció una boludes gigante.
Ahora:
ahora suenan los silencios de la nada
y el vacío de la papa bien cocida.
Suenan
Suenan
Suenan
Y nadie tiene ganas de escuchar a una papa-








Vuela la tela que pongo de cortina,
El viento le imprime con fuerza su fuerza.
A mi me despeina.
Y me AGRADA el aire volador en la CARA.
“Cura, hijo, el aire cura.”
NO, el aire no cura NADA.
Cuando se ponen metafóricos con eso
me CANSAN.
Si, ya se, estoy mal aprendido,
el lenguaje correcto a veces me aturde.
Venía a decirte, de una manera poética,
como el viento entra por mi ventana
hasta que me pareció una ESTUPIDEZ gigante.
Ahora:
ahora suenan los silencios de la nada
y el vacío de la papa bien cocida.
Suenan
Suenan
Suenan
Y nadie tiene ganas de escuchar a una papa-

domingo, 13 de diciembre de 2009

Deliro - Cuerpos femeninos




del verbo:delirar

Veo cuerpos femeninos en el techo de mi habitación.
Sobrevuelan la ventana.
Formas toscas, rectas, sin cabezas.

creo, las imagenes lo explican mejor.




sábado, 12 de diciembre de 2009

Chifla el moño

Chifla que chifla el moño y no me canso de escucharlo
debe ser porque no soporto a la corbata
que se anuda a la garganta,
vaya a saber uno, buscando qué -



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Alguien:
"Sos una persona muy especial."

Naro:
"No creo ser especial.
De hecho, creo que son todos especiales...menos yo."

viernes, 11 de diciembre de 2009

Paraíso. Casa de mi Tío.

Escena de Bohemio en la casa del Tío Hippie:
1er. día de grabación del Documental de Ricardo Marcenaro.
Hice Slide con algunas fotos que saqué-

Están invitados:



Pronto: video backstage.

vuelen!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nadas

Soneira: "Y chabón, ¿conseguiste trabajo?"


Naro: "Nada loco, Nada...no busqué NADA"









Es-
Es desfile de NADAS-
Todas juntas, victoriosas de ser, de estar, de que las vea.
Hay-
Hay NADAS de diamante y hay NADAS sin nada,
NADAS dichas, NADAS deshechas, NADAS sobrevaluadas.
¿Ves?
¿Ves las NADAS?
Acá y allá y más allá,
¿No ves las NADAS?
Apuntan directo a nosotros, NADAS de bronca y odio,
NADAS de amor y deseos.
Cuantas NADAS presentes/ausentes NADAS espías-espinas
NADAS decorando el mundo
NADAS que viajan en sus NADAS vacías.
Que caminan
Esperando NADA,
las NADAS.: esperan TODO.
Se reflejan en vidrieras: NADAS desesperadas
Y hay más:
disparan
NADAS llenas de NADA
ajenas al barro,
desalojando almas presas de la NADA.
con su amarillo NADA empapelando la ciudad.
No entienden NADA porque nunca les falto NADA.

En el amor y en la guerra
NADA vale y
Sin embargo hay escapes,
Y sin embargo hay trincheras.

Vuelvo a mi almohada
abandonado de NADAS

Me reflejo en mi colchón
revuelto
entre mis NADAS
y mis sueños de ALGO que lo sea TODO.