sábado, 28 de noviembre de 2009

Deducción

A veces me siento un embudo caminando
con el corazón centrado, bebiendo las lagrimas del viento.

Me tengo enredado
oliéndome las cadenas
entre números reos, rebeldes –en fila y ordenados-

Si tuviese una patada logarítmica los acomodaría
en su desorden existencial.
No la tengo.
La invento, me la compro y la uso.

Impresionante deducción he sacado a flote:
Me estoy enamorando de aquel problema
al que jamás le encontré solución.





Comando Embudo







viernes, 27 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

No toques mis huesos

Subí
Seguí
Anda a tu casa
Para
Juega
Pausa

El que sigue
el anterior

Dormí
Levantate

Prendete

Insertate
Bloqueate

Inicia
Suprimite
Control
Arriba
Abajo
Izquierda
Derecha
0-1-2-3-4-5-6-7-8-9
Mas
Menos
Dividido
Por
FIN

Punto
&
Coma

Dos puntos

Entrá

Escapate.


(LOS TECLADOS NO MIENTEN, O SI?)


martes, 24 de noviembre de 2009

Libre

Complot

Y todavía no saben lo que quiero


Celestial

Mañana un amor se dará a conocer.


Rumor

Engendros diciendo que no existe el mañana.
Que hoy: será todo.


Ilusión

Mujer con forma de flor, sonriéndole al mar.


Filet de Merluza

Afirma que no tardará más de veinte minutos


Respuesta

Insatisfecha, insatisfecho con las preguntas-


Dinero

No me mates.


Silencio

¿a qué hora pasas?


Estructura

Indestructible


Mentalmente

Libre!



miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una mujer que bate crema puede ir a la guerra

En la cocina.
No hacía un licuado, batía crema con la batidora.
Momento alucinante.
La energía venía de dos lugares precisos:
1. el enchufe de la pared donde estaba enchufada la batidora.
Sentía como una fuerza inigualable se deslizaba por el cable hasta llegar a mí.
2. mis pies que tomaban la energía de la tierra, que se transmitía a lo largo de mis piernas, entre venas.
Agustín-Batidora, eran una misma cosa. Una misma fuerza.
De pronto: entendí.
No había una fuerza natural en mí. Yo solo manejaba la fuerza de la batidora.
Los hombres que batían crema en el 1800, ellos sí, que hacían fuerza.
Mientras seguía batiendo pensaba en esos hombres, en como enorgullecían a sus mujeres batiendo crema.
Pensé también cuanta crema podían llegar a batir a lo largo de su matrimonio.
Seguido, imagine a un montón de hombres alrededor de un INMNESO pote lleno de crema de leche. Ellos preparados para batir, mientras sus mujeres sonreían y alentaban a sus maridos desde las gradas. Los hombres mirándose entre ellos y trabando la musculatura para demostrar quien era el más fuerte de todos.
Al instante soñé a una nena viendo a su padre batir la crema, y pude ver en esa imagen tan pasional que ella soñaba ser como él, como su padre corajudo y perseverante, que en esos momentos estaba batiendo con tanta excitación que transpiraba sin parar, mojando con su sudor el tenedor de madera gigante que en aquellos años se utilizaba para batir.
La nena crecería, se ejercitaría hasta sacar más músculos que el padre y lucharía toda su vida por obtener un lugar en las grandes ligas de batimientos de crema de leche que se hacían al sudeste de una ciudad desértica de Estados Unidos.
Al tiempo Hollywood tomaría la historia para hacer una MEGA-SUPER PRODUCCIÓN, con toda la publicidad de la película y todo el merchandising de la nena que luchó contra todo lo establecido, demostrando que las mujeres también pueden ser heroínas reales del sistema, dejando en evidencia un gran mensaje subliminal: las mujeres TAMBIÉN pueden ir a la guerra.

En tanto, Estados Unidos, sigue dando lo mejor de sí para que siga habiendo guerras y en un futuro y de una vez por todas, las mujeres dejen de ser discriminadas y tengan el DERECHO de ir a la guerra como cualquier ciudadano estadounidense-

Después me acordé que estaba batiendo la crema.
Demasiado tarde... se había cortado.

Colgado, ¿yo?





En imagen: Isabel. Conocida en el barrio de San Isidro por su amor a los gatos callejeros, su pasión por las flores y por su devoción al Dios de La Biblia, de quien tanto predica.
Después lo que haga con su vida es otra cosa. Yo, solo comentaba porque es conocida.

Podría haber ido a la guerra tranquilamente.