Ezequiel trabaja en un call center.
Cuando todos le hablan al monitor, él se escapa al baño a explotarse los granos de la nariz.
Suenan teléfonos a lo lejos entre el ruido chato de las voces esclavas.
Se mira al espejo y empieza:
UÑA-GRANO-UÑA
PUS rebalsando.
Ezequiel desearía que todo bicho que habla en call, fuese un granito en su nariz.
Él sueña con hacerlos explotar de una vez por todas.

4 comentarios:
ME GUSTÒ AGUSTÌN! LO QUE CUENTAS ES BREVE, PERO MUY CIERTO, CUALQUIERA LO HACE, DE IR A FIJARSE FRENTE AL ESPEJO, QUE SI LOS GRANOS ESTÀN AL BORDE DE ESTAMPARSE CONTRA EL MISMO ESPEJO Y SENTIR UN ALIVIO TOTAL...JAJAJ YO LO HAGO .....ME IDENTIFICO.BESOS.
ah! buueenoo!!!
jajaja...iba a otra cosa el texto, pero bueno, por lo menos te sirvió para poder descargar ese sentimiento...jeje
Besos Alicia.
:) Todos hemos sido Ezequiel en alguna ocasión jaajaajaja
y a veces en varias ocasiones! jeje...
gracias por comentar cheCa! :D
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