jueves, 21 de enero de 2010

Granito


Ezequiel trabaja en un call center.
Cuando todos le hablan al monitor, él se escapa al baño a explotarse los granos de la nariz.

Suenan teléfonos a lo lejos entre el ruido chato de las voces esclavas.

Se mira al espejo y empieza:
UÑA-GRANO-UÑA
PUS rebalsando.

Ezequiel desearía que todo bicho que habla en call, fuese un granito en su nariz.

Él sueña con hacerlos explotar de una vez por todas.



4 comentarios:

alicia herrera dijo...

ME GUSTÒ AGUSTÌN! LO QUE CUENTAS ES BREVE, PERO MUY CIERTO, CUALQUIERA LO HACE, DE IR A FIJARSE FRENTE AL ESPEJO, QUE SI LOS GRANOS ESTÀN AL BORDE DE ESTAMPARSE CONTRA EL MISMO ESPEJO Y SENTIR UN ALIVIO TOTAL...JAJAJ YO LO HAGO .....ME IDENTIFICO.BESOS.

Bubón Bardó dijo...

ah! buueenoo!!!
jajaja...iba a otra cosa el texto, pero bueno, por lo menos te sirvió para poder descargar ese sentimiento...jeje
Besos Alicia.

cheCa dijo...

:) Todos hemos sido Ezequiel en alguna ocasión jaajaajaja

Bubón Bardó dijo...

y a veces en varias ocasiones! jeje...
gracias por comentar cheCa! :D